¿Cómo sé si necesito acudir a terapia psicológica?

¿Cómo sé si necesito acudir a terapia psicológica?

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La terapia psicológica sigue siendo un tema tabú en los tiempos que corren, aunque bien es cierto, que cada vez menos.

La persona que acude a terapia psicológica puede hacerlo motivado por numerosos y diferentes motivos, sin embargo, solemos tener en común la sintomatología que nos impulsa a buscar ayuda: preocupaciones excesivas, angustia, ansiedad, dificultad a la hora de gestionar nuestras emociones, e incluso un estado de ánimo depresivo, que no sólo se caracteriza por la tristeza o la desgana, sino por el agotamiento que supone estar constantemente luchando por mantener el control de las situaciones.

Cuando aparecen estos síntomas, suele ser porque la persona ha desarrollado un comportamiento que no es adaptativo ni saludable para su vida diaria. Puede ocurrir que haya numerosos conflictos sin resolver; un sistema de creencias impuestas e inconscientes que hacen que funcione de una manera concreta; numerosos patrones de comportamiento que no son conscientes; así como un sistema de necesidades y carencias por el que llegamos a reaccionar de una forma no funcional.

En la sociedad en la que vivimos, pocas son las personas que saben escucharse a sí mismas, lo que provoca un deterioro en nuestra salud mental inevitable.

¿Cómo una persona puede escucharse?

Existen cuatro canales de escucha, que van a enumerarse de más inconscientes a más conscientes.

  1. Canal de escucha emocional. La persona es capaz de percibir, identificar y gestionar sus emociones. Es conocedora de cómo se siente y qué es lo que le hace sentirse así. Está en un nivel más consciente de sí misma y suele buscar respuestas y soluciones a sus problemas más rápidamente por el simple hecho de encontrarse en contacto directo consigo misma.
  2. Canal de escucha cognitivo. Cuando las emociones no son escuchadas, pasamos al segundo plano: el plano cognitivo. Éste se refiere a la lluvia de pensamientos que se convierten en intrusivos y molestos para la persona.
  3. Canal de escucha conductual. Si la persona no se escucha, bien sea porque no es consciente o por evitación, la sintomatología se va a presentar en el área comportamental, perturbando a la persona con comportamientos de lucha, bloqueo, escape o evitación.
  4. Canal de escucha psicosomático. En este momento, la persona ha alcanzado el canal de escucha más molesto y más consciente: las somatizaciones. En este punto, comienzan a concurrir una serie de emociones y sensaciones intensas y poco controlables, como son la angustia, la ansiedad, la irritabilidad, la desgana y el agotamiento. Incluso, en casos más agravados, la persona comienza a desarrollar síntomas físicos derivados de su estado mental.

Es necesario que aprendamos a estar en contacto con nosotros mismos, para así conseguir estabilidad mental y emocional, con la que podamos desenvolvernos de una manera saludable en nuestro día a día.

Acudir a la terapia psicológica no es cosa de locos, más lo sería necesitarlo y no acudir.

En Giráldez Psicólogos apostamos por la salud de las personas, y consideramos de suma importancia que estemos conectados con nosotros mismos, que tomemos consciencia de nuestra realidad y de nuestra parte más inconsciente y desconocida, con el objetivo de trabajar sobre todo aquello que esté provocando la sintomatología, por la que, normalmente, el individuo acude a terapia. Es decir, para nosotros, la sintomatología es la consecuencia molesta de una causa que conoceremos durante el proceso de evaluación. Trabajando sobre nuestra parte más inconsciente: automatismos, bloqueos, patrones de comportamiento y sistema de creencias.

Creemos firmemente en el crecimiento personal consciente, y por ello, ayudamos a las personas que se comprometen consigo mismas para conseguirlo.

¿Y qué es eso del crecimiento personal consciente?

Durante el proceso de crecimiento personal, la persona toma consciencia de sí misma y de su entorno. Entrena su autodependencia, es decir, su individualidad. Todo esto mediante el esfuerzo y la voluntad de querer elaborar dicho crecimiento, que es todo un proceso que requiere tiempo. De hecho, nunca dejamos de crecer. En dicho proceso manifestamos la responsabilidad que tenemos para con nosotros mismos, para cubrir nuestra necesidad e implicarnos con nosotros mismos para conseguirlo. Es fundamental ser coherentes con lo que sentimos, hacemos y pensamos. Ésta es una de las fuentes que más autoestima y seguridad en nosotros mismos nos proporcionará. Y, por último, pero no por ello menos importante, la autoaceptación.  

Para resumirlo en una fórmula, sería así:

Consciencia + Tiempo + Individualidad + Esfuerzo + Responsabilidad + Coherencia + Autoaceptación = CRECIMIENTO PERSONAL CONSCIENTE.

Un crecimiento personal consciente que te ayudará a establecer una relación sana y nutritiva contigo mismo.

 

 

 

“Nuestro principal objetivo es que seas tú mismo,

en toda tu esencia y con total libertad.”