Testimonios

Nuestros pacientes cuentan su experiencia.

La experiencia con Gracia ha sido fundamental en mi vida. Un problema personal me hizo tomar la decisión de ir a la consulta de Gracia. Ella supo hacer que entendiera por qué me sentía así y hacer que algo que creí era malo para mí, supusiera un crecimiento personal gigante.
Además mi crecimiento personal fue también en paralelo al profesinal, ya que me enseñó a gestionar mis emociones, conocerme a mí misma, confiar en mí y orientarme hacia el éxito. Gracias a Gracia descubrí, que para ir al psicólogo, no hace falta estar mal, sino simplemente tener ganas de ser y estar Mejor. Ella ha sabido transmitirme muchísimos valores que he podido aplicar a mi vida y han sido y son fundamentales para conseguir mis metas. Actualmente, y después de 5 años con ella, sigo visitándola y aprendiendo de ella muchísimo en cada sesión. En este caso hablo como paciente, pero también como profesional de la psicología que soy , me sigo asombrando de lo mucho que aprendo de ella. en cada sesión Gracia es de mi total confianza, no sólo porque sea mi psicóloga, sino porque le he derivado pacientes que también se han sentido tan bien con ella como yo y han aprendido a salir con éxito de sus circunstancia gracias a su ayuda. Siempre estaré agradecida de haberla encontrado en mi camino. GRACIAS MAESTRA.

Paciente y Psicóloga

En enero de 2014 acudí a la consulta de Gracia María tras la separación de mi pareja, hundida y destrozada, sufriendo fuertes ataques de ansiedad. En aquel momento la sensación de que mi vida ya no tenía sentido y el cansancio de la lucha continua contra los ataques de pánico me tenían completamente distorsionada, lo cuestionaba TODO, hasta si me llamaba Carmen.

Gracia María me ayudó poco a poco a organizar mi cabeza, reviviendo conmigo toda mi vida desde la infancia hasta aquel entonces. Con ella descubrí las verdaderas causas de ese cansino malestar «ansiedad», pudiendo de esta manera ser consiente de ello y controlarlo. Me enseñó que el miedo era el motor de esa enfermedad, que solo luchando con el me podía deshacer de los ataques. Que la sensación de culpabilidad era la gasolina y que solo tras el perdón podía superarlo.

Realmente yo tenía muchos conflictos internos. Mi vida no fue una vida ejemplar, ni tuve la familia perfecta, al fallecer mi padre y mi madre tener que trabajar para sacar a mi y mi hermana adelante, yo crecí sin suficiente atención y cariño. Y esto me pasó la factura, tengo una gran falta de afecto y protección, lo que se convirtió en un grave problema en mis relaciones de pareja y amistad. La baja autoestima era una de las consecuencias también. Hoy en día por supuesto no puedo decir que he resuelto todos mis conflictos y a veces aún tengo ataques de ansiedad, han pasado solo de años, pero me conozco bien, sé que me atormenta en cada momento, lo que me bloquea, lo controlo mejor y sigo trabajando en ello con ayuda de Gracia María. Para terminar me gustaría añadir, que esta no fue mi primera experiencia con un psicólogo, pero sin duda alguna, la mejor y mas eficaz! Gracia, me has sacado de un agujero negro. ¡Te estoy muy muy agradecida!

Carmen

La experiencia que me llevó a solicitar ayuda psicológica fue sumamente dura. Perdí a mi marido en un accidente, quedándome viuda con tres hijos. En un primer momento pensé que no iba a necesitar ayuda de un profesional pero, con el tiempo, me di cuenta de que no mejoraba y finalmente tomé la decisión de requerir ayuda por parte de una psicóloga. Fue la mejor decisión que pude tomar en aquellos momentos. Gracia María me ayudó en muchos aspectos, de no querer vivir a querer seguir luchando por mis hijos, pero sobre todo por mí. Le estaré agradecida toda mi vida y no olvidaré cómo me ayudó a salir de la sitaución en la que me encontraba.

Gracia María

Aunque mi problema venia de largo sin yo saberlo, un día se hizo notar como un bloque de hielo golpeando mi cuerpo ,me dejo kao.Tres días sufrí esa pesadilla sola,sin ayuda sin saber que me estaba pasando.Al tercer día sin saber cómo cogi el teléfono y llame a la consulta para suplicar ayuda y la necesitaba ya.Llegue con un estado como si algo monstruoso me hubiese pasado como si una bomba fuese a estallar inminentemente y cuando le explique a Gracia mis terribles sensaciones el primer golpe llego… Me dijo,tú vienes pensando que tienes un Cancer y yo te digo que esto para mí es un resfriado ,puufff eso para mí fue una balsa en un océano me ayudó a no ahogarme aunque aún me quedaba mucho porque así lo sentía pero note que me podía agarrar de esa mano y que me valdría de mucho.Y así ha sido y seguirá hasta que me diga que le aburro jjjjj . La mente guarda situaciones vivencias que pasado los años ni te acuerdas de ellas pero están ahí y pueden salir sin ningún motivo aparente y es lo que a mí me paso ,yo he sufrido ansiedad con pánico,terrible la experiencia pero por algo llego y gracias a ese gesto de coger el teléfono y llamar me ha cambiado la vida puede sonar pasteloso o peliculero pero me he encontrado a mi , a mi persona estoy consiguiendo ser libre por fin, sin ese peso diario que me adapte a él al igual que me he adaptado a tantas cosas porque ea!! Voy pisando fuerte por la vida porque he conseguido valorarme por fin y disfruto de la vida día a día que me ha regalado tanto.He conseguido vencer tantos temores,como el temor a la muerte ,que diariamente me perseguía comprender que es la ansiedad y vencer el pánico que me dejaba inútil .Despues de todo esto solo me queda escribir GRACIAS!!!!! Mil gracias de todo corazón porque me has ayudado tanto Gracia, es impagable lo que me has ofrecido, me siento viva !!!!

Anónimo

Llegue a la consulta de Gracia justo a tiempo de coger una depresión y con mucha ansiedad. En un primer momento y ante algo totalmente nuevo para mi, dudé de si había tomado la decisión correcta, ya que hicimos muchos tests y yo quería consejos y hablar; es ahora cuando comprendo que era necesario para cartografiar de manera exacta mi problema y mi personalidad. Una vez esta magnífica cartógrafa de la mente humana hizo su mapa, empezó a desenredar la madeja. Es brillante, amable, calurosa, ríe y llora contigo y más que en una sesión de psicología, me siento pasando el rato con una amiga. ¡Es increíble! por no decir todo lo que me ha enseñado y me ha cambiado la vida: me ha enseñado a decir no, a encontrar tiempo para mi, a no «pre-ocuparme» por el futuro, que ya considero una incógnita imposible de averiguar por mucho que yo me empeñe y de que el futuro no existe, solo existe el presente.
Todo aquel que este perdido y no encuentre la salida, encontrara en Gracia el faro en plena tormenta. Y aunque mis palabras parezcan cursis o exageradas (no sé, juzgarlo vosotros mismos), que sepáis que soy una persona mas bien parca en piropos y con fama de borde. Gracias, Gracia. En mi vida ha habido un antes y un después de conocerte, y te lo digo de todo corazón, tu lo sabes.

GIA

Funcionaria de 42 años y tres en consulta. Gracia María es una excelente y entregada profesional q me ha ayudado a ser mas feliz, pero es todavía mejor persona, y nos regala cada día su bondad y simpatía haciéndonos la vida más facil.

Anónimo

Gracias a estas sesiones, he aprendido a entender, traumas internos de la infancia, que ahora de adulta no me dejaban seguir avanzando. Hoy puedo decir, despues de casi un año que sigo visitando a mi psicóloga ya que siempre hay algo que nos ronda en la cabeza, pero hoy soy muy felix, sé quien soy, lo que quiero para mí y para mi vida y todo ello te lo debo a ti.

Anónimo

Los distintos contextos en los que me he movido desde pequeña siempre han hecho que me preocupe bastante del físico y la imagen. El continuo estado de ansiedad que esa presión me generaba comenzaba a ser, además de una obsesión, alarmante. Empezaba a afectarme en mi día a día demasiado y, claramente, necesitaba ayuda. Fue entonteces cuando acudí a la consulta de Gracia Mª.

Era la primera vez que acudía a este tipo de profesional, me preguntaba cómo sería contarle mi vida, mis sentimientos más profundos, y de los que me avergonzaba, a una persona ajena a mí hasta el momento. He de decir que mi temor se fue a medida que la primera consulta avanzaba. La paz y la tranquilidad, así como la confianza que me transmitía como psicóloga me ayudaron bastante en esta, para mía, ardua tarea inicial.

Sabía que mi problema de “autoestima” tan arraigado, ya que venía desde mi niñez, iba a llevar tiempo. Sin embargo, dos meses después el cambio en mí era notable. Mis amigos, familiares y yo misma, lo notábamos en el carácter, la felicidad que irradiaba nuevamente… En definitiva, le estoy muy agradecida por cómo me está guiando en este proceso de terapia y por cómo me está enseñando a conocerme a mí misma. Sé que no me equivoqué eligiendo a Gracia Mª y que juntas lo conseguiremos. Espero que os sirva mi experiencia.

Anónimo

Cuando llegué a la consulta de Gracia la verdad que no tenía muchas esperanzas,11 años pensando que lo que tenía era una enfermedad, que nada ni nadie me la podría curar nada más que la medicación. Me dije a mi misma que ya era lo único que me quedaba por hacer y que no perdía nada por ir. Al llegar a la consulta estaba nerviosa porque no sabes que te vas a encontrar,como le vas a hablar a un extraño de tu vida,de tus miedos,de tus pesadillas…de todo eso que a todo el mundo intentas esconder porque te avergüenzas y se lo tienes que soltar a alguien que ni siquiera sabes si te va a entender.

Y allí estaba Gracia, con su sonrisa característica, con esa armonía y calma que hace que te llenes de ella. Poco a poco en cada sesión hemos ido aprendiendo una de la otra, ella me ha llenado de fuerza,sus palabras tan optimistas, sus SI PUEDES, ese ejemplo de » fregar los platos » que se te queda grabado y que aunque creas que es una chorrada ves que te sirve de ayuda. Aún me queda un largo camino que recorrer pero gracias a Gracia sé que, por muchos baches que encuentre en ese camino, llegaré al final y cuando mire atrás podré decir YO LO LOGRÉ. Gracias una vez más por todo

Anónimo

El día que llegue a la consulta de Gracia María, pensé bueno ahí va… otro intento más de buscarle sentido a mi vida. Verdaderamente no tenía muchas esperanzas ya que anteriormente había acudido a otras terapias con otr@s profesionales, sin haber obtenido el resultado esperado. Eso si, las ganas por encontrarme a mi misma eran inmensas. Pues bien, desde la primera consulta, que fue dura, todo hay que decirlo, la ilusión fue creciendo cada día…No podría decir exactamente que es lo que ella ( Gracia María), me aportó para llegar al punto en el que me encuentro a día de hoy.Ella lo hace sin que te des cuenta…pasito a paso, pero el cambio llega, y cuando llega, le das gracias al Universo por haber llamado un día para coger cita con ella. Desde ese día mi vida ha cambiado por completo, me siento feliz!!! Gracias Gracia María por todo lo que me has aportado en cada sesión, y cómo tú dices, el esfuerzo lo hace cada paciente.

Anónimo

Somos una pareja de mediana edad, cuando llegamos a la consulta de Gracia María estábamos a punto de la separación. Hacer terapia de pareja era nuestra última oportunidad. No teníamos ni idea de como funcionaba, nos lo recomendó un amigo. Antes de la terapia teníamos muchos problemas de comunicación, discutíamos sin parar, nos criticamos por todo y ya había tanto resentimiento que no éramos capaces de ver ni decirnos nada positivo. Gracia nos enseñó a recordar lo que somos y significamos el uno para el otro. Nos enseñó a volver a apreciar lo positivo del otro. Nos enseñó lo que nos frustra y como evitarlo. Nos enseñó a hablarnos con respeto, cariño y sinceridad. Nos enseñó como funciona una relación de pareja sana y desde luego con nosotros consiguió. A los meses de que nos diera el alta tuvimos nuestro primer hijo. Ahora formamos una familia de cuatr. Y seguimos poniendo en práctica todo lo aprendido.

CUÁNTO TE AGRADECEMOS GRACIA, tu paciencia, luz, y sabiduría. Sabes que más que nuestra psicóloga eres nuestra maestra y guía. Es una suerte haber encontrado una profesional como tú.

Mati y Edu

Soy la mamá de una niña de ocho años, y después de observar tanto yo en casa como su señorita en el cole a la niña, nos dimos cuenta de que algo no iba bien. Se distraía mucho, no recordaba la lección y tardaba demasiado en hacer las tareas, se bloqueaba y suspendía. Decidí pedir cita con Gracia María, recomendada por mi pediatra, y bendita sea la hora……Yo era bastante escéptica con los psicólogos en general. Pero no veía más salida. Me costó meses en decidirme llamar, pero llegó nuestra primera cita. Gracia me explicó como sería el proceso a seguir, me pareció una profesional serIa y coherente, aunque mantenía mis dudas de que le sirviera de algo a mi hija. Como madre no podía dejar de intentarlo, así es que pedí más citas. A la primera cita que fue mi hija, encajaron perfectamente desde el primer momento, es muy dulce con los niños, le hizo rellenar unos test de dibujos como un juego, en otra sesión volvió a pasarle test. Y finalmente me dio los resultados, salió déficit de atención….me sentí mal por mi hija, pero muy tranquila, Gracia ya me hacía sentir que estaba en el camino correcto, me transmitía seguridad y calma. Después de trabajar con mi hija durante largos meses, ya empezamos a ver resultados en sus notas, el tratamiento duró casi un año. Ahora mi hija no sólo aprueba todos sus exámenes, sino que es de notable, y sobre todo, es que la veo feliz, no frustrada como antes. Mi hija está satisfecha y feliz. Te doy las GRACIAS, Gracia María, por tu ternura, implicación y profesionalidad. Toda nuestra familia te lo agradecemos: GRACIAS.

Ana

Tras una infancia complicada, una separación de mis padres por malos tratos, una separación personal, problemas económicos y una larga temporada sin actividad laboral, llegó un momento en que la vida para mi dejó de tener sentido. Visité a Gracia por recomendación de mi psiquiatra y fue lo mejor que me pudo pasar. Quiero decir, que como todo en la vida, no es fácil, pero con una buena psicóloga y muchas ganas, todo se puede conseguir, y yo con su ayuda lo conseguí. Fue un tratamiento largo, de charlas, de tareas, de risas, de llantos, donde cada tarde llegaba a visitar a mi psicóloga con un montón de dudas que me inquietaban en mi día a día, y cuando salía de la consulta, tenía las pautas, la fuerza y las ganas necesarias para afrontar todo lo que la vida me tuviese preparado. Gracias a estas sesiones he aprendido a entender traumas internos de la infancia, que ahora de adulta no me dejaban seguir avanzando. Hoy puedo decir, después de casi un año que sigo visitando de vez en cuando a mi psicóloga, ya que siempre hay algo que nos ronda en la cabeza, pero que soy muy feliz, sé quien soy, lo que quiero para mi y para mi vida, y todo ello te lo debo a ti Gracia.

Miguel Ángel

Este cuento es para ti de mi.
Había una niña que se llamaba María, esa niñita fue creciendo al amparo de la sombra de un gran árbol, un árbol lleno de frutos verdes. Un día María se dio cuenta que había crecido sobre dos patas: una pata era gorda y fuerte y la otra débil y delgada. Así que María se encontró sobre dos patas sin saber cómo tirar de ellas, pues al mismo tiempo veía madurar los frutos del árbol que le daba sombra y no sabía como conseguir cogerlos todos. Ella quería a toda costa coger todos los frutos, no podía dejar que se cayera ninguno al suelo pero claro, con aquellas dos patas eso era imposible. Un buen día, María se puso a mirar con mucha atención las dos patas que la sostenían y horrorizada comprobó que cada fruto maduro que comía se iba directamente a engordar la pata más fuerte y que la más débil no conseguía nutrirse del alimento tan deseado.
Al ver esto se dio cuenta que esas dos patas eran los pilares donde se sostenía su vida: la pata gorda y fuerte significaba todo lo que había conseguido, lo mucho que había trabajado, lo mucho que había peleado para estar allí y lo mucho que se había sacrificado para que todos la quisieran. Pero de pronto sintió que su pata débil y delgada palpitaba con ritmo y armonía, silenciosamente acercó su oído y ¡DIOS MÍO! Esa pata guardaba su corazón y su alma, guardaba todo su ser.

María abrazó con mimo esa pata fea, delgada y débil y juró que comería muchos frutos maduros sólo para nutrir y engordar esa pata que contenía lo más importante de ella: el amor a los demás, las risas dedicadas a otros, la ayuda prestada en tantas ocasiones, la mano tendida al necesitado, la hija deseada en el vientre de su madre, la hija querida en los brazos de su otra madre. ¡TODO, ESA PATA ERA ELLA Y NO SE HABÍA DADO CUENTA EN TODOS LOS AÑOS QUE LLEVABA VIVIENDO CON ELLA! Por eso querida Gracia, esta que te respeta y quiere te dice -porque tú me lo has enseñado- que las patas de la vida hay que nutrirlas de muchas cosas para que sostengan nuestro peso. Dejé de dar de comer a la más gorda, pues esta pata es la que guarda todo lo que está fuera de mí. Debo engordar ahora y por siempre jamás, la pata delgada, la que me ha hecho daño por ser tan débil, debo alimentarla y hacer que sea la fuerte, así mi vida interior estará dentro de un pilar fuerte y hermoso, listo para aguantar lo que le echen pues su fortaleza me sostendrá siempre.
La otra, la pata gorda, debe pasar a ser la más delgada pues es la que guarda lo que no me nutre, lo que no alimenta mi alma y da tranquilidad y paz a mi corazón. A partir de ahora cogeré los frutos maduros que pueda, no es necesario que los coja todos pues el alimento de mi vida sólo será necesario para una de los pilares que me sostiene, el otro pilar ya tiene grosor suficiente para que viva conmigo dos vidas. Y que no se me olvide, el árbol de mi vida me dará sombra y cobijo siempre, vaya donde vaya porque es la propia naturaleza del ser humano la que lleva perenne su sombra, sólo tengo que saber y sentir que está ahí y que es mía. ¿Hay algo más mío e inseparable que mi sombra?

Ella guarda todo lo que soy y siento y pase lo que pase, se junte con otras sombras o se separe, LA MÍA SIEMPRE ESTARÁ CONMIGO. Gracia Giráldez, el ser feliz o no es cosa de mi sentir y de la pata que engorde, pero tú llegaste a mi vida en un momento en el que me sentía a trocitos, rota y sin un horizonte que diera ilusión a mi vida. La reflexión que hago aquí es gracias a las enseñanzas y a todo lo que me transmitiste, empezando por aquel dibujo de las dos patas que me hiciste en tu consulta. Deseo decirte que te quiero, que has sacado de mí esa parte que no lograba recomponer. Me has enseñado una frase que jamás pude decir por un sentido equivocado de responsabilidad dañina, esta frase “ESTO ES LO QUE HAY” calma mi alma y quita culpa a mi día a día cuando no logro cumplir todos los objetivos propuestos. Gracia, bendito tu nombre que guarda la esencia de lo que siento por ti. CON TODO MI CARIÑO, AFECTO Y GRATITUD.

María